A principios de Febrero del año pasado (2007) partí desde Santiago con mi sra., alrededor del mediodía, rumbo a la localidad de Constitución (VII Región). Alcanzada en la ruta 5 la latitud de Curicó, decidí enfilar ahí mismo hacia la costa (en ves de entrar por San Javier) de forma de hacer un lance previo en la playa La Trinchera, dos horas que a la postre resultaron sin ningún pique.
Al día siguiente, el primer día efectivo de pesca, con un sol espléndido, entré temprano por el balneario de Costa Blanca (situado al sur de Constitución) con la idea de recorrer hasta el Faro Carranza. Y la pesca, no más que decente, entre 6 a 8 lenguados no mayores a 1,2 Kg durante este día. Entretenido, aunque ninguna maravilla.
Esto mismo le dije a un amigo pescador que me llamó de Sto. Domingo; el que sin embargo luego de un solitario viaje nocturno apareció a primera hora del día siguiente en la caleta Loanco, donde nos juntamos aproximadamente a las 9 de la mañana. Al que madruga Dios le ayuda le dije, pues ya tenía un aplanado de 2 kg. obtenido aproximadamente frente a los botes de dicha caleta, una hora antes, mientras le esperaba.
Y ahí nos quedamos no más, durante el resto del día en lo personal no agarré más de 5 lenguadillos y mi amigo sólo un par, en la misma zona explorada por mi el día anterior, siendo en mi amigo la desilusión más grande, pues al menos yo había tenido un mejor día previo de pesca. Esa noche, al menos, un buen trago en la residencial de Pelluhue donde alojamos (la famosa Blanca Reyes) alimentó esperanzas para el día siguiente.
El último día de pesca convenimos con mi amigo hacer algo distinto e ingresar a la playa por Chanco, atravesando el parque Federico Albert, en dirección al norte, pese a que reportes de lugareños hablaban que no pasaba nada para ese sector. La foto adjunta muestra la entrada al parque esa mañana.
Vía iluminada, preámbulo de la gran pesca acaecida ese día. Qué instinto y suerte la nuestra hacer algo distinto. Cuento corto, nos terciamos con las planchas frente a la laguna de Reloca en aguitas de poca profundidad (cabeceras sur de pozos) enterando entre ambos en total 1 goloso de 5 kg., 1 de 4 kg., 1 de 3 kg y varios entre 1.5 y 2.5 kg, como muestra la foto.
Ese día, a la salida de la playa, nos topamos con otros pescadores que venían desde más al norte y que les había ido mal. En conclusión, cuando la cosa vaya mal a regular, el siguiente día puede ser mejor, y hacer caso al instinto de cambiar de lugar…